Segundo Consejo Asesor del proyecto de Algoritmos Éticos debatió sobre desafíos y oportunidades 2023
La directora (s) de ChileCompra, Dora Ruiz, participó del encuentro junto a los demás representantes de los organismos socios de la iniciativa. En la cita se revisaron los avances de la iniciativa -liderada por la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) con apoyo de BID Lab, el laboratorio de innovación del Grupo BID- que busca cambiar la forma en que se usan y producen los algoritmos y la inteligencia artificial en el país.
A exactamente dos años del inicio del proyecto Algoritmos Éticos, Responsables y Transparentes, se celebró una nueva sesión de su Consejo Asesor, instancia que sirvió para revisar el estatus de cada una de sus líneas de trabajo y para conversar sobre los desafíos y oportunidades que traerá el 2023.
Cómo medir correctamente los impactos del proyecto, cómo crear sinergias para potenciarlos, cómo apoyar los procesos de implementación que están por comenzar y cómo velar por su continuidad hacia 2024, fueron las preguntas que guiaron el debate y posibilitaron que cada asistente hiciera sus aportes.
Dora Ruiz, directora (s) de ChileCompra participó junto a representantes de todas las instituciones socias: Florencia Attademo-Hirt, gerente de países de Cono Sur y representante del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo en Chile; Diana Krüger, decana de la Escuela de Gobierno UAI; Patricio Coronado, director nacional del IPS; Gastón Avendaño, director de Desarrollo del Consejo para la Transparencia; Marcel Thezá, jefe de la División de Políticas Públicas del Ministerio de Ciencia; Claudio Reyes, director de Datos de la División de Gobierno Digital; Marcela Werlinger, jefa(s) del Departamento de Evaluación, Control y Reclamaciones de la Defensoría Penal Pública; Matías Goyenechea, jefe(s) División de Desarrollo Institucional de FONASA; y Juan Orlandi, gerente general de Magical.
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“Estamos aprendiendo mucho en este proyecto de vanguardia, que estamos seguros será un buen referente para el resto de los países de la región”, declaró Florencia Attademo-Hirt en representación del Banco Interamericano de Desarrollo y su laboratorio de innovación BID Lab, y destacó la importancia de que su desarrollo este centrado en las personas y el poder cuantificar cómo la tecnología puede acelerar cambios positivos en su calidad de vida “el incorporar inteligencia artificial, datos, y algoritmos éticos a los procesos públicos, por ejemplo, para una mejor prestación de servicios a los ciudadanos”.
Esto último se logrará con distintas iniciativas. Las más transversales se comenzarán a desplegar en los próximos meses por parte del Consejo para la Transparencia (CPLT), institución que instruirá a los organismos públicos informar los algoritmos usados en decisiones que afectan a la ciudadanía; y ChileCompra, que publicará estándares que incluirán requisitos éticos que quienes quieran venderle sistemas automatizados e inteligencia artificial al Estado tendrán que cumplir.
Por otro lado, 2023 será el año de cosechar y replicar los aprendizajes de las metodologías para implementar estándares éticos que han sido piloteadas con FONASA, que implementará una solución tecnológica para optimizar la fiscalización de fraudes; con la Defensoría Penal Pública (DPP), para auditar y controlar la calidad de la defensa ; y con el Instituto de Previsión Social (IPS), que está desarrollando un algoritmo para encontrar y llegar a quienes no han cobrado ayudas estatales a las que tienen derecho.
Esto está siendo complementado por una herramienta de inversión responsable para venture capital tecnológico que presentará Magical con el acompañamiento técnico del Ministerio de Ciencia y una guía de formulación de proyectos de ciencia de datos que desarrolló Gobierno Digital para el sector público.
A nombre de la Universidad Adolfo Ibáñez, Diana Krüger comentó que el Consejo Asesor “fue una instancia muy enriquecedora, porque nos dio la posibilidad de compartir ideas y abrir otros espacios de colaboración para potenciar el trabajo del proyecto Algoritmos Éticos, fortalecer con ello las políticas públicas y que en el desarrollo de nuevos algoritmos se evite la discriminación, en múltiples sentidos”.